Esta noche ni me voy a duchar al llegar al campamento, voy a ir a por el road-book y a dormir, comenta Diego Martínez. El piloto de quad boliviano partía de Tucumán a las 6 de la mañanas. Tras 16 horas de sobre el quad para llegar a la meta de la especial, todavía le queda una horita hasta Córdoba.
La concentración necesaria para la etapa que ha seguido a la jornada de descanso ha dejado a Diego agotado: He aguantado, aguantado y aguantado, pero había muchas piedras, era muy difícil. Además, en la segunda parte, había muchos animales.
Casi atropello a un caballo, ¡a duras penas he conseguido evitarlo! En toda mi vida, no he pasado nunca tanto tiempo sobre un cuadriciclo un mismo día. Mi récord hasta el momento eran unos 700 kilómetros. ¡Sin tener dos días después la etapa de Fiambalá, claro! Va a ser muy duro, pero confío en lograrlo. Por suerte, hasta el momento no he tenido problemas con mi cuadriciclo. Cuando haya superado Fiambalá, me sentiré un poco más cerca de Santiago de Chile.
Aparte del deseo de finalizar el Dakar en su primera participación, el joven boliviano tiene una motivación adicional desde que su padre, Leonardo, se viera obligado a abandonar al inicio del rally: Nos habíamos inscrito juntos, pero en la tercera etapa, se cayó y se fracturó la pelvis. Va bien, está en el hospital en Lima, así que también quiero llegar a Santigo para dedicárselo.
Esta mañana, Diego ocupa el 24º puesto en la clasificación general de quads y partirá rumbo a La Rioja.