La apertura del bivouac o parque de asistencia, sirvió para que el múltiple campeón del automovilismo boliviano, Marco Bulacia junto a su equipo de mecánicos y el Protobol se instalaran en el campamento y comenzaran a vivir la edición 35 del Rally Dakar que tiene a la playa de Magdalena (Lima, Perú) como epicentro de la prueba más dura del planeta.
Los colores de la bandera boliviana comenzaron a flamear en el vivac donde el equipo de mecánicos que acompañan a Bulacia terminaba de colocar los últimos detalles a la camioneta que ya está lista para pasar mañana la inspección técnica, fijada para las 13:00 (14:00 hora boliviana). Sólo nos faltan algunos detalles de los que nos hemos enterado hoy al instalarnos al bivouac, indicó el piloto mientras observaba el trabajo de sus mecánicos junto a dos de sus hijos: Marco y Bruno.
Luego del largo viaje desde Santa Cruz, que a la vez sirvió para que la camioneta se adapte al suelo peruano el piloto se instaló en el Hotel Mariott donde recibió el Año Nuevo junto a su familia que lo acompaña en este su tercer Rally Dakar en el que competirá en el grupo T-1 con la camioneta armada íntegramente por manos bolivianas.
El viaje también fue propicio para que Marco realizara algunas pruebas en la camioneta, hechos al ingreso de la ciudad de Nazca. Marco lucirá el numeral 399 y lucirá los colores de la tricolor nacional en el desierto peruano que los espera desde la primera etapa que tendrá 250 kilómetros de enlace y 13 del primer sector selectivo hasta Pisco.
La segunda etapa será la más difícil y la cernidora ya que es la más dura en la primera parte de la prueba que comienza el sábado.
