La maniobra de Sebastian Vettel debió ser sancionada y posiblemente habría permitido al piloto de Ferrari proclamarse campeón del mundo. Pero la escudería italiana no presentó una queja formal para defender al español.
El piloto de Red Bull superó al Toro Rosso de Ricciardo metros antes de cruzar la bandera verde y de que se apagaran las luces en el volante que les indica a los pilotos cuando estos pueden realizar adelantos o no.
De haber existido un reclamo formal o imágenes tras la carrera como lo determina el reglamento de la F1, Vettel podría haber sido sancionado con un drive through y una penalización de 20 segundos que lo hubiesen llevado al octavo puesto. Habría terminado el GP de Interlagos por detrás de Michael Schumacher y Ricciardo. Y Fernando Alonso hoy sería acreedor de su tercer título mundial por un punto de diferencia.
La normativa está sujeta a la interpretación que le den los comisarios de la competencia y estos intervienen a petición de la Dirección de Carrera. Al parecer la imagen pasó desapercibida por el director, Charlie Whiting, y por Ferrari.
