Ya lo condujo en noviembre sobre asfalto, mientras Ogier completa esta semana los primeros kilómetros de la versión definitiva en un circuito.
De nuevo va a ser el encargado de bautizar al nuevo Volkswagen Polo WRC. Si en noviembre fue Carlos Sainz el primer piloto que condujo la nueva arma de la marca en Alemania sobre asfalto, en breve será el madrileño el que estrene la versión definitiva sobre tierra.
Una muestra más de su gran implicación en el proyecto y de la confianza que los responsables del mismo tienen en sus dotes.
El equipo trabaja a destajo. Tras completar el Rally de Montecarlo con Kevin Abbring situado como mejor Súper 2000 al volante del Skoda Fabia, y los tiempazos marcados por Sebastien Ogier hasta su accidente, esta misma semana el francés completa los primeros kilómetros con la versión definitiva del Polo en un circuito.
El modelo visto hasta ahora no estaba al cien por cien terminado, pero desde ya se trabaja con el coche que deberá debutar en 2013 si es que no se adelanta a este año.
En breve será Sainz el que retome los mandos para realizar los primeros kilómetros sobre tierra. Una toma de contacto muy importante, ya que el ochenta por ciento del Mundial de rallys se disputa sobre ese terreno.
La implicación española no termina ahí, ya que Volkswagen también está recibiendo la colaboración de Seat Sport, que ya compitieron en el Mundial de la especialidad entre 1996 y 2000.
Y, mientras, el equipo sigue reforzándose, siendo su última incorporación destacable la de Sven Smeets, hasta ahora team manager de Citroën. El belga, que fuera copiloto de Loix y Duval, conoce todos los secretos del equipo francés, prácticamente imbatible en la última década.
