El año pasado, quince días antes del anunció del recorrido 2014 del Dakar, Etienne Lavigne no estaba en Lima. Esta vez si. Ayer, domingo a las 15:35, sostuvimos con el director deportivo de ASO una fugaz entrevista que empezó con una negativa y terminó en un exorcismo.
Etienne llegó el sábado y se ha ido hoy. Vuelve en dos días. Por estos días viene realizando esa agotadora gira de confirmaciones finales de lo que será la ruta del raid venidero. El Tour de France es mucho más sencillo que la previa organizativa de esta prueba. El Dakar es agotador, nos admite con total seguridad.
Como habrá leído en la edición de Deporte Total de hoy, la llegada del Dakar al Perú depende por estas horas que el Mincetur evidencie algún interés por la prueba. Tanto Chile como Argentina han enviado sus respectivas cartas de intención a ASO, cuenta Lavigne. La carta no es más que una formalización de los gobiernos de los países en que desean contar con la prueba en su territorio. En el caso del Perú, Etienne dice: La ministra no nos ha recibido. Ni siquiera nos han respondido alguno de los oficios que les hemos enviado desde octubre del año pasado. La entrevista pueden leerla en extensión en la edición de hoy el del diario. ¿Qué sentí tras la entrevista? Que Lavigne quiere que el Dakar pase por Perú. Es más que lo ve como un punto importante de la competencia y estaría incluso pensando en la posibilidad que sea un punto protagónico (¿llegada?). También evidenció que se sentía mucho más apoyado por el saliente ministro José Luis Silva Martinot que por la actual encargada de la cartera la señora Magali Silva Velarde-Álvarez.
Esta semana se define la ruta del Dakar. Lavigne ha sido claro. Si Perú quiere ser parte, el Estado tiene que demostrar que desea la prueba. Que digan algo: que quieren ser parte del Dakar o no. Cualquier cosa pero que no persistan este silencio sideral, concluyó.
La pelota está en nuestra cancha y la cuenta regresiva sobre el lapicero de la ministra.