La temporada de Fórmula 1 de 2014 quedará grabada por ser la temporada con uno de los cambios más rádicales de la historia de la máxima categoría de la competición.
Estéticamente los monoplazas afrontan un cambio excesivamente radical que los equipos no han podido solventar con demasiado estilo, teniendo que añadir la gran mayoría un apéndice con demasiados tintes fálicos en la gran mayoría. Sólo Ferrari y Mercedes han conseguido hacer algo distinto, mientras que Lotus, bueno, ni si quiera han querido o podido presentarse en Jerez.
La parte mecánica también sufre uno de los mayores downsizing de su historia, a parte de volver a utilizar los motores turbo V6 de la época de los 70-80, cuando se empezaron a regular las motorizaciones por primera vez. No tendrán el glamour de los V12 o los V10, pero en rendimiento parecen cumplir con las expectativas.