Los objetivos están planteados: terminar la competencia y hacerlo en una buena posición en la clasificación de motos.
La preparación, en varios aspectos, va viento en popa; para ello está invirtiendo una fuerte cantidad de dinero, aunque prefiere no hablar de montos.
La ASO entregó dos tarjetas de invitación, una para motos y otra para autos, ¿usted se ha beneficiado con ello?
La ASO entregó al Gobierno dos cupos, uno para autos y otro para motos, que son solo la inscripción (alrededor de 20.000 dólares). Lo que hizo el Gobierno fue transferir esas invitaciones a las federaciones de automovilismo y motociclismo, para que se otorguen a dos pilotos.Ahora yo hablo por el tema motos. Por un acuerdo entre Juan Carlos Salvatierra, Wálter Nosiglia y mi persona, la Federación de Motociclismo ha otorgado esa invitación a Wálter y a mí para que paguemos sólo el 50% de la inscripción. La Federación envió una carta al Gobierno, que le comunicó la decisión a la ASO.
¿Qué objetivos tiene?
Cuando el Dakar llegó a Sudamérica en 2009, ya era mi deseo participar. Ahora que estoy adentro, lo primero que le pido a Dios es terminar la carrera y, después, ser competitivo, porque no quiero ir para terminar en último lugar.
¿Cómo está la preparación?
Está avanzada, estoy yendo al exterior a capacitarme en el tema de la navegación. Nos estamos preparando con muchísima responsabilidad, porque no tenemos que perder de vista que vamos a representar a un país.
¿Dónde se prepara?
En Perú, lo estamos haciendo junto con Wálter. La próxima semana, del 24 al 27, tenemos que volver. Ya estamos mucho mejor.
¿Cuál es la rutina de entrenamientos?
Estoy entrenando todos los días. Por la mañana con bicicleta, por la tarde en el aspecto físico, y al finalizar la tarde ya trabajamos con la moto. Entrenamos en el Chaco, nos perdemos en el monte, esa tarea estamos cumpliendo.
¿La alimentación influye?
La alimentación y la psicología son muy importantes, porque uno es el capitán de su barco, entonces las decisiones las toma uno. La alimentación en el Dakar , en los 14 días nunca almuerzas. Entonces tengo gente profesional que se ocupa de eso. Estoy asesorado.
¿Cómo está integrado su equipo de trabajo?
Tengo un nutricionista, un preparador físico y lo complemento con el tema de la navegación en la que estoy invirtiendo mucho dinero yendo al exterior, que es un gasto fuerte. Aparte del psicólogo, que no está dentro del equipo; pero sí lo contrato. Es una persona que obviamente está abocada a lo que es el Dakar.
¿Con qué motocicleta va a correr?
Con una Yamaha. Mi auspiciador oficial es Toyosa, que se va a encargar de la representación de esa marca en el país. Vamos a oficializar el tema en la Feria Internacional de Santa Cruz (empezará el viernes). Me está dando dos motos, una para entrenamientos y la otra para la competencia.
¿Qué características tiene?
Es una moto de raid, 450cc. Tiene todas las características para lo que es el Dakar. La de entrenamientos va a llegar en estos días. Una vez que finalice la feria (domingo 29), voy a poder probarla.
El tema del auxilio en la competencia, ¿cómo lo hará?
Estoy corriendo con un equipo español que se llama Epsilon Team, ellos me van a dar el soporte logístico. Yo voy a presentarme para competir en el Dakar el 1 de enero con la moto, los accesorios, casco, botas, todo el equipo; y ellos se harán cargo de poner a punto la máquina.
¿Es un sentimiento especial que las motos y los cuadriciclos pasen por el territorio boliviano, donde seguramente mucha gente los alentará?
Sin duda. Siempre me gustó ver este tipo de eventos, y ahora se da la posibilidad de que pase por el país gracias a la gestión del presidente Evo Morales y su gabinete. La verdad es que hay que valorar ese logro, pero yo lo hago como deportista, no como político. Es un orgullo que la carrera pase por Bolivia y será especial contar con el apoyo del público.