El Comité Interinstitucional de Desarrollo y Promoción de Turismo (Cideptur) constituido, recientemente, evalúa la capacidad hotelera para más de 25.000 turistas que se espera presencien el evento y la provisión de servicios en las áreas de expectación que serán previamente definidas por los organizadores del evento mundial, dijo Lourdes Omoya, presidenta de la Asociación Boliviana de Agencias de Viaje y Turismo, Abavit,
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Óscar Calle, admitió hace unos días que en Bolivia existe una carencia en infraestructura turística. Nuestras opciones dependen de la cantidad de gente que vamos a considerar, al momento no se tiene un diagnóstico definitivo que nos ayude a cuantificar la magnitud de las inversiones, sostuvo la ejecutiva a tiempo de reconocer que será improbable albergar al número de turistas estimado. El sector privado inclusive está pensando organizar el hospedaje con apoyo de la población civil.
Por ejemplo en Uyuni, el promedio de ocupantes por vivienda en el área urbana es de seis personas. Según el Atlas Estadístico de Municipios 2005, el número de viviendas particulares o colectivas es de 7.203 y el número de hogares es de 5.130. El promedio de habitaciones por vivienda es de 3 a 4, dice el Plan de Desarrollo Municipal de Uyuni 2008-2012.
Omoya explicó que los mayores problemas de hospedaje estarán las ciudades de Villazón, Tupiza y Uyuni donde la oferta es limitada. La oferta es mayor en Sucre y Potosí. En el tramo Uyuni Pisiga la oferta de camas no supera las 200, admitió la ejecutiva. De acuerdo a sus estimaciones los destinos turísticos en el sur del país principalmente Sucre, Potosí tienen capacidad para 1.000 camas por lo que las inversiones serán de importantes, sostuvo.
MOVIMIENTOS SOCIALES
Otro tema que también preocupa a los privados es la seguridad, no solo de los turistas, sino también de los competidores y sus equipos de apoyo. El desarrollo del turismo enfrenta permanentes amenazas derivadas de problemas sociales como, bloqueos, marchas, inseguridad ciudadana, agencias de turismo fantasmas, robos de pertenencias y documentos en terminales aéreas y terrestres, secuestros, buses en mal estado, falta de servicios básicos, entre otros, dijo recientemente un informe del sector.
