El Gobierno estimó preliminarmente que el beneficio económico para el país logrado por el Rally Dakar asciende a $us 80 millones, según una escueta declaración oficial realizada al canal estatal de televisión este fin de semana por el ministro de Culturas, Pablo Groux. Lourdes Omoya, presidenta de la Asociación Boliviana de Viajes y Turismo (Abavit), reconoció que la cifra oficial puede ser cierta, pero advirtió que estos recursos serán recuperados recién en los próximos años como efecto multiplicador de la inversión realizada tanto por el sector privado como público en la mejora de los servicios e infraestructura del evento. Destacó que el año pasado como consecuencia del programa Bolivia te espera, el turismo creció 17 por ciento generando mayores posibilidades de empleo, servicios y oportunidades económicas.
MADURACIÓN
Una ganancia de esa magnitud no puede lograrse solamente en tres días de la competencia del Dakar, dijo. Sin considerar la inversión en infraestructura como el aeropuerto internacional de Uyuni, la inversión gubernamental llegó a $us 4 millones, sostuvo la ejecutiva de Abavit. Durante la pasada gestión, Abavit mantuvo intensas reuniones en Bolivia con sus pares institucionales de Argentina y Chile con miras a conocer las experiencias de ambos países respecto de la complejidad y la organización del Dakar en Bolivia. De acuerdo a lo señalado por los directivos transandinos, Chile logró una rentabilidad de $us 100 millones durante la competencia realizada en su territorio el 2012, pero Omoya aclaró que esos recursos ingresaron efectivamente a la economía chilena después de la competencia. Lo que nos queda de aquí en adelante es trabajar para lograr en el retorno de la inversión, que muy bien puede acercarse al monto señalado por el Ministro de Culturas, señaló la representante de Abavit.
DESTINO TURÍSTICO
Destacó el impacto de la promoción oficial del evento deportivo en 16 países, lo que favoreció a Bolivia posicionando un importante destino turístico y que a partir de este acontecimiento se debe trabajar en la ejecución de muchas mejoras a fin de recuperar la inversión -insistió- pero principalmente en la cristalización de nuevos flujos de turistas. Para Abavit, los mayores flujos para la competencia llegaron de Europa habiéndose consolidado el Japón como un atractivo mercado de origen para el turismo en Bolivia, manifestó a EL DIARIO.
PUEBLOS ADORMECIDOS
Según Omoya, varios pueblos y poblaciones mayores localizados en la ruta estuvieron olvidados hasta hoy en materia turística. Ejemplificó el caso de Salinas de Garci Mendoza en Oruro, hoy Capital de la Quínua, por donde pasó la competencia y dijo que enfrentaron una especie de letargo que esperemos sea el pasado. Citó entre éstas a Villazón, Atocha y Tupiza. Para Omoya, la inversión realizada por el Gobierno debe servir de plataforma para canalizar el turismo, atendiendo las necesidades de las poblaciones y desarrollando los servicios e infraestructura esencial para lograr la sostenibilidad de esta actividad y una mejora en la calidad de vida de la gente.
TURISMO INTERNO
La competencia del Dakar -en su opinión- también contribuyó a estimular fuertemente el turismo interno del país y que abrió los ojos de miles de bolivianos sobre las potencialidades que ofrece en Uyuni y la Ciudad de Potosí, principalmente, sostuvo. Esta última ciudad desarrolló sus capacidades de hospedaje y de otros servicios lo que hizo que las delegaciones de turistas del extranjero pernocten en la Villa Imperial.
ABUSO
Lamentó que los pobladores de Uyuni, donde operan 50 hoteles, cobraron exageradamente a los visitantes nacionales por los servicios de alojamiento y alimentación cuadruplicando las tarifas, lo que no tuvo ningún control de las autoridades locales ni departamentales, ello daña el turismo interno, observó.